Estos días se cumplen diez años de aquel
viaje. Y puedo caer en la tentación de decir aquello de que “aquel viaje marcó mi vida…dejó una huella
imborrable…hubo un antes y un después…” No sé hasta qué punto en mi caso pueden
ser ciertas esas afirmaciones. Lo que sí es cierto es que con la edición de
este documental he vuelto a disfrutar de mi primera travesía atlántica. Y ahí
lo voy a dejar, no quiero ponerme ñoño.
Este trabajo se lo debía a mis compañeros de
travesía y, aunque “con unas cuantas lunas de retraso”, aquí está. Cuando
embarqué en el NUI con mi cámara a
cuestas no llevaba ningún guion preparado, no sabía realmente lo que me
esperaba allí afuera. Así que fui grabando imágenes y sonido de forma
intuitiva, sin pensar en el resultado final. Eso sí, descubriendo la dificultad
de hacerlo sobre algo que no para de moverse, con un viento que sopla a menudo y
con un océano que salpica agua salada.
Y ahora me ha tocado unir todos esos
fragmentos e intentar construir una parte, al menos, de aquella historia. Las
más de cinco horas de grabación se han quedado en poco menos de una. Y esa
labor de síntesis, de recortes (en el buen sentido) siempre resulta difícil y
dolorosa, pero necesaria (ya nos hemos tragado todos demasiados vídeos
interminables e infumables de vacaciones, bodas y demás zarandajas).
Una vez más tengo que agradecer la
generosidad de The Godoys Wonderers
al aportar la canción de cierre, que resume muy bien lo que fue aquel viaje:
“the
sea has been just like my mum,
living
with fishes,
surrounded
by nature,
breathing
fresh air grew up.
We are one, we are one”.
Y quiero felicitar a Santi Vega, que nos acompañó en la primera parte del viaje (con su
guitarra), por su reciente nominación a los Premios Goya gracias a su banda
sonora para la película “El teatro del
más allá”.
Soy consciente de que el estreno de “En busca de los alisios” coincide con
el de la séptima entrega de “Star Wars”.
Lo siento por George Lucas y los
suyos. Ellos tendrán el halcón milenario
pero nosotros siempre tendremos el NUI.
Que la fuerza y los buenos vientos (echo-november-echo) os acompañen.
La película:
Y la versión reducida, el tráiler, para los
que cincuenta y ocho minutos de cine sean demasiados: